Como nos sobran dotes organizativas en el grupo, cada uno salió desde un lugar distinto y a una hora diferente... así, la primera misión era ir encontrándonos por el camino.
Tras uno, dos o tres aviones...llegamos a nuestro destino...el lugar más verde en el centro de Estados Unidos. Era asombroso sobrevolar los bosques frondosos y muy verdes... muy diferentes de las ciudades de Indianapolis y Chicago, a donde habíamos ido a las anteriores convenciones.
Primera foto de medio grupo en el Diner del hotel... nuestro refugio cuando necesitábamos comer a horas intempestivas para el norteamericano medio, y nuestra pesadilla a la hora de hacer la digestión.
Tras 26 horas despiertos, llegó la noche a Chattanooga, nos fuimos a dormir y sin darnos cuenta ¡¡ya era jueves!!
Excursión obligada a las tiendas de las afueras. Comenzamos por el Toysrus, al que sólo le quedaban 6 días de ventas.
Nuestra siguiente visita fue al walmart, donde encontramos alguna que otra sorpresa.
Y como era difícil que os creyerais que habíamos estado recorriendo toda la zona comercial sólo para hacernos fotos chorras, os dejamos también la foto del maletero al comienzo de la mañana... de vuelta al hotel el coche iba algo más lleno.
Después de comer, las primeras ansias aparecieron en los más madrugadores y nos fuimos al centro de convenciones ¡¡dos horas antes de la apertura de la tienda!! Si nos hubieran avisado de la desorganización que había este año en la recogida de acreditaciones...
Lo bueno, tuvimos mucho tiempo para reencontrarnos con los antiguos amigos y charlar y charlar. Lo malo, que estuvimos toda la tarde haciendo cola... y todo para que algún avispado que llegaba con retraso se colara a nuestro lado y se la ahorrara... ¡al menos alguno tuvo suerte, aunque no la mereciera!
Desconocemos el motivo pero este año no hubo presentación triunfal de las figuras exclusivas que el Club pone a la venta en la convención. Las colocaron directamente en la vitrina, donde fuimos los primeros en verlas.
Cuando al fin acabó la espera, pudimos recoger nuestro set de figuras exclusivas y la acreditación que nos permitiría acceder a las actividades de todo el fin de semana. Algunos fueron muy afortunados y fueron atendidos por la mujer de sus sueños.
Tras eso, la visita a la tienda del Club para comprar las exclusivas (sí, las que habíamos visto en la vitrina) fue muy rápida y productiva.
Visita al diner para cenar (era medianoche) y a la camita a descansar.
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